"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

sábado, marzo 28, 2009

¿Refutó John Nash a Adam Smith?

A Murray Rothbard y Akiva Goldsman no les cae muy bien Adam Smith. El primero escribió que:

"
Even though an inveterate plagiarist, Smith had a Columbus complex, accusing close friends incorrectly of plagiarizing him. And even though a plagiarist, he plagiarized badly, adding new fallacies to the truths he lifted. In castigating Adam Smith for errors, therefore, we are not being anachronistic, absurdly punishing past thinkers for not being as wise as we who come later. For Smith not only contributed nothing of value to economic thought; his economics was a grave deterioration from his predecessors: from Cantillon, from Turgot, from his teacher Hutcheson, from the Spanish scholastics, even oddly enough from his own previous works, such as the Lectures on Jurisprudence (unpublished, 1762-63, 1766) and the Theory of Moral Sentiments (1759). "


El segundo, guionista de Una mente maravillosa, dió a entender en una famosa secuencia que John Nash había refutado el sistema smithiano sobre como el bien común puede emerger del interés egoísta a a través del mecanismo de mercado. Realmente, Nash no refutó a Smith ni de lejos.  En todo caso, lo complementó. Pero para algunos economistas alternativos, como Walter Graziano, la secuencia tuvo el efecto de una caída camino de Damasco:


"Empecé a tener una cabal idea de todo esto a raíz de un hecho trivial, casual, cotidiano, como fue haber ido al cine a ver una película. El film en cuestión no era otro que "Una mente brillante", la obra protagonizada por Rusell Crowe, que ganó el Oscar a la mejor película del año 2001, en marzo de 2002. En realidad se trata de un doble galardón porque la historia narra la vida del matemático John Nash, quien en 1994 obtuvo el Premio Nobel de Economía por sus descubrimientos acerca de la denominada "Teoría de los Juegos""
"Se trata sólo de un detalle, de un instante, de apenas un momento del film en que el protagonista asevera que descubrió, literalmente, que A. Smith -el padre de la economía- no tenía razón cuando en 1776 en su obra "La Riqueza de las Naciones" esbozó su tesis principal -y base fundamental de toda la teoría económica moderna- de que el máximo nivel de bienestar social se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual, y nada más que ello. En la escena siguiente de la película, el decano de la Universidad de Princeton, Mr. Herlinger, mira azorado los desarrollos matemáticos mediante los cuales Nash expone este razonamiento acerca de A. Smith y declara que, con ellos, más de un siglo y medio de teoría económica se desvanecía".
"Como economista me debía hacer una pregunta: ¿se trataba de una verdad o de una alocada idea del guionista del film? Me puse a investigar, y lo bueno del caso es que se trataba ... de una verdad".
"Pero a un economista no se le puede escapar, si está en una posición realmente científica, la real dimensión de lo que significaría la demolición del individualismo y de la libre competencia como base central de la teoría económica".
Para Graziano, Nash y sus descubrimientos habrían demolido a Smith, y con él a gran parte del arsenal teórico que se enseña en las universidades y nos venimos a enterar 50 años después. ¿Manipulación?
Dice Graziano: "Es necesario remarcar que Nash descubre que una sociedad maximiza su nivel de bienestar cuando cada uno de sus individuos acciona a favor de su propio bienestar, pero sin perder de vista también el de los demás integrantes del grupo. Demuestra cómo un comportamiento puramente individualista puede producir en una sociedad una especie de "ley de la selva" en la que todos los miembros terminan obteniendo menor bienestar del que podrían. Con esta premisa, Nash profundiza los descubrimientos de la Teoría de los Juegos, descubierta en la década del '30 por Von Neumann y Morgestern, generando la posibilidad de mercados con múltiples niveles de equilibrio según la actitud que tengan los diferentes jugadores, según haya o no una autoridad externa al juego, según sea el juego cooperativo o no cooperativo entre los diferentes jugadores. De esta manera, Nash ayuda a generar todo un aparato teórico que describe la realidad en forma más acertada que la teoría económica clásica, ..."

13 comentarios:

Herrgoldmundo dijo...

¡Qué manía con abordar el problema de la crisis actual aludiendo a los teóricos y economistas de siempre!
¡Estamos ante una crisis MORAL!

"Dice Graziano: "Es necesario remarcar que Nash descubre que una sociedad maximiza su nivel de bienestar cuando cada uno de sus individuos acciona a favor de su propio bienestar, pero sin perder de vista también el de los demás integrantes del grupo."

¡Vaya el tal Graziano descubre las Américas!
¿Muchos que se dicen "liberales" no recuerdan ya a Stuart Mill? :

"La racionalidad práctica está gobernada, según Mill, por el principio del interés. Dentro del sistema moral del utilitarismo, este principio manda acercar el interés que todo individuo tiene por la felicidad y el placer propios al interés de la colectividad que se ve afectada por sus acciones."

Claro que dicha preocupación por la consecución del bien común, ya la reflejó Kant y un tal Jesucristo, además de todo un "fascista" como José Antonio.

Saludos y ¡Arriba España!

Anónimo dijo...

Santiago, si aún no la has visto, te recomiendo la miniserie documental "The Trap: What Happened to Our Dream of Freedom" de Adam Curtis (el mismo que dirigió "The Century of the Self"). Pego el enlace a dos fragmentos en los que Nash habla de su teoría y en el segundo (a partir del minuto 6) reconoce el error de los supuestos que le sirvieron de base:

http://www.youtube.com/watch?v=Hz1SY9h7wXs&feature=PlayList&p=B6B9EE3203331822&index=1

http://www.youtube.com/watch?v=P0gD3QT7QD4&feature=PlayList&p=5ED0B649FC126195&index=5

Masgüel.

Anónimo dijo...

Adam Smith escribio en “La Teoría de los sentimientos morales” (1759) que “Por muy egoísta que se suponga que es el hombre, es evidente que hay en su naturaleza algunos principios, que le hacen interesarse por la fortuna de los demás, y hacerle necesaria su felicidad, aunque nada derive de ella si no es el placer de verla”

Nash era un ignorante en teoría de la acción humana y literatura económica, normal que estas cosas le sucedieran. En cuanto al resto de economistas keynesianos y monetaristas que hoy en día pontifican sobre estas cosas...

Un saludo

Libertariano dijo...

Gracias por el recordatoria, Marxwell, soy un gran fan de Curtis aunque discrepe en todas y cada de sus tesis de fondo...


No creo, Daniel, que Nash pretendiese que su modelo invalidase el de Smith. Eso sería una licencia del guionista.

Apañó, me alegro haber llegado al acuerdo de que José Antonio era "fascista" (entre comillas, pues vale)

Apañó dijo...

Apreciado libertariano, tú mejor que nadie debería saber lo fácil que resulta, a día de hoy, calificar de "fascista" cualquier pensamiento disidente con la corrección política imperante.
Doy por hecho que tu respuesta irónica reconoce implícitamente mi entrecomillado también irónico, que pretendía señalar que José Antonio era nacionalsindicalista, todo un LIBERAL me atrevería a decir.

No me extraña que transmutaras el término liberal y, dado tu carácter sin duda libertino, decidieras autoafirmarte como libertariano.

¿Un fascista hubiese mantenido relaciones de amistad con un homosexual reconocido como era Lorca? ¿hubiese reconocido abiertamente la grandeza poética y creadora del poeta granadino? ¿Tendría, como reconoció el propio José Antonio, afinidades con políticos como Indalecio Prieto, uno de los implicados, ni más ni menos, que en la revolución del 34?

¡Anda ya...!
Sois liberales de pacotilla, pues sólo es posible escribir un sentido ¡Arriba España! cuando se posee un espíritu auténticamente liberal.

Libertariano dijo...

Apañó, vale que pongas el fascismo joseantoniano entre comillas. Pero que lo llames liberal...

http://www.segundarepublica.com/index.php?opcion=6&id=78

Como explica en ese discurso los socialistas como Prieto le caían bien porque los veía como... antiliberales.

PD. Mi carácter es sin duda libertino. Estamos de acuerdo en algo!!!

Carlos López Díaz dijo...

David Warsh, en "El conocimiento y la riqueza de las naciones", un libro que critica el concepto de "mano invisible" de Adam Smith (de manera poco convincente, dicho sea de paso) menciona a Nash varias veces, pero aunque se explaya bastante con otros economistas y teóricos, apenas dice nada de sus aportaciones. Yo creo, por tanto, que lo de la película será más bien licencia del guionista. Querrá que lo fiche Roures.

Apañó dijo...

Para zanjar la polémica, pues no está en mi ánimo pecar de cansino, te expondré una serie de argumentos que, espero, te resulten "pedagógicos":

- José Antonio rechazaba por igual el marxismo y el liberalismo (eso decía él, aunque en el caso del último se refería exclusivamente a su modelo productivo capitalista)

- José Antonio no era "ni de izquierdas ni de derechas" (como el gran liberal y maestro que él reconoció en Ortega)

¿Se puede ser liberal, pero manteniendo reservas contra el capitalismo salvaje y deshumanizado?

Yo, personalmente, creo que sí, aunque José Antonio, obligado por el reduccionismo político e influenciado por el "dogma revolucionario" de las JONS y Ledesma, no quiso, o no pudo, separar el liberalismo filosófico (implícito en el ideario nacionalsindicalista) del modo de producción inherente al mismo.

¿Qué significa ser auténticamente LIBERAL, sino defender la sacra libertad y dignidad individual (como reconoció José Antonio en sus discursos) y aspirar también a la consecución del bien común (Locke, Mill, y el propio José Antonio)?
¿Acaso un auténtico liberal (que no es necesariamente de izquierdas o de derechas) no arremete por igual a "diestro y siniestro", contra peperos o sociatas, siempre que estos vulneren o no cumplan con los preceptos liberales referentes a la salvaguarda de la IGUALDAD, la JUSTICIA y el BIEN COMÚN?

Saludos y ¡Arriba España!

Libertariano dijo...

Me apunto la referencia de Warsh, gracias.

Es interesante comprobar, Apañó, como incluso los más fervientes antiliberales reclaman el nombre de liberalismo. Haider y Berlusca son los últimos exponentes. "Liberalismo". Incluso Julio Anguita se reconocía "un talante liberal".

Mi sistema político sí es liberal -un batiburrillo que va de Smith a Rawls, pasando por Popper y Hayek- pero mi talante es, ay, libertino-totalitario!!!

Un saludo

Apañó dijo...

"Es interesante comprobar, Apañó, como incluso los más fervientes antiliberales reclaman el nombre de liberalismo."

¿Fervientes antiliberales?
¿Eing?

Yo soy liberal, cheri, y en mi juventud alterné las lecturas de Oscar Wilde y "le divine marquis" con las de Locke y Stuart Mill, entre otros muchos y variados autores.
Yo no llegué al reconocimiento del liberalismo a través del falangismo ni de José Antonio.
¡Au contraire!, mon ami, yo llegué a reconcer la magnífica figura histórica, todo un referente moral que es Primo de Rivera, a través de mi talante AUTÉNTICAMENTE liberal y mi condición de ferviente, esto sí, orteguiano.

Y por eso puedo escribir, sin miedos ni complejos, LIBRE completamente: ¡Arriba España!

Anónimo dijo...

apañó podrías hablarnos acerca de la afinidad ideológica de jose antonio y falange española con el nazismo? tu mismo catalogas a jose antonio como nacional sindicalista (no hara falta recordar lo que fue el nacional socialismo). Ambas teorias muy acordes con el bien comun, bueno salvo para judios,gitanos,homosexuales,comunistas y un largo etc...

Anónimo dijo...

apañó podrías hablarnos acerca de la afinidad ideológica de jose antonio y falange española con el nazismo? tu mismo catalogas a jose antonio como nacional sindicalista (no hara falta recordar lo que fue el nacional socialismo). Ambas teorias muy acordes con el bien comun, bueno salvo para judios,gitanos,homosexuales,comunistas y un largo etc...

MARCOPORRAS dijo...

Nash no era economistas, era matemático, creo que fue su TESIS DOCTORAL y su trabajo final para graduarse, el equilibrio de Nash, es un trabajo MATEMÁTICO, obviamente, valga la perogrullada, sobre un tema de economía, de tal manera que no se puede desacreditar que Adam Smith se equivocó, porque se conjeture que es un arreglo del guionista, no hay elementos ni indicios para sostener tal aseveración.